Caminar al lado del Miño, en su curso alto, y de sus afluentes, sorprende –entre otras razones- por el verdor de su lámina de agua, por las plantas acuáticas que fluyen armónicas con el discurrir del río, por los contrastes de luces y sombras de su bosque de ribera, por la presencia esquiva de anfibios, aves y peces, por sus humedales e islas en plena Terra Chá… a pesar de no ser la época del año más propicia para ello, creo haber visto una garza real (Ardea cinerea) mientras una rana que no identifico croa a mi lado, miro a mi alrededor y pienso ¿dónde detener la atención ante tantos reclamos?
En esta ocasión, en el brillo húmedo de sus flores, en ese jardín sobre el agua que estremece los sentidos como una acuarela olfativa de Jean-Claude Ellena o un óleo de Monet: los nenúfares Nymphaea alba L., el despuntar de las espadañas o “espadanas” –Typha latifolia L.- en la orilla, la floración estival de ranúnculos acuáticos, en gallego, “oucas” o “herbas da prata”, los lirios amarillos Iris pseudacorus L., el suave tono malva de la menta de agua en flor –Mentha aquatica L.- con su inconfundible aroma, constelaciones de umbelíferas…
Estímulos de más para escribir unas líneas sobre la “flora acuática da Terra Chá”, como reza el título en gallego que he elegido para esta entrada.
Uno de los primeros sorprendidos por la riqueza florística de estos ríos y humedales fue Baltasar Merino, célebre precursor de los estudios botánicos en Galicia, que en el año 1900 y con motivo de una de sus visitas a Vilalba (Lugo) expresó “no cabe la menor duda de que en aquellas tierras encharcadas han de vivir interesantes plantas acuáticas, las cuales están todavía, muy poco estudiadas en España”. Ramil-Rego et al. (2002)
Afortunadamente, en la actualidad contamos con mucha más información para abordar el estudio de la flora gallega gracias al trabajo realizado por los investigadores. Sin embargo, los retos a los que nos enfrentamos hoy pasan por la salvaguarda de todo este patrimonio natural amenazado. A modo de ejemplo, tres especies de plantas acuáticas en peligro de extinción en Galicia que he seleccionado por su belleza y por su empleo en paisajismo: Hydrocharis morsus-ranae, Luronium natans y Nymphoides peltata. Pues bien, estas tres especies de hidrófitos se encuentran catalogadas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) y a su vez aparecen recogidas en el Catálogo Galego de Especies Ameazadas como “en perigo de extinción”.
Hydrocharis morsus-ranae L.
Es una pequeña planta acuática que habita en lagunas de aguas permanentes, por lo general someras, con baja mineralización y con fondos turbosos o ricos en materia orgánica. Constituye formaciones flotantes en las zonas de aguas remansadas o entre los helófitos. Originaria de Europa y partes de Asia, es un hidrófito relativamente frecuente en el continente europeo, entre los 45o-55o de latitud N, aunque extremadamente raro y en peligro de extinción en España, conociéndose únicamente dos poblaciones en la Península Ibérica, una de ellas en el Parque Nacional de Doñana (Huelva) y la otra en Terra Chá, dentro del L.I.C. Parga-Ladra-Támoga.
A pesar de que en sus áreas nativas rara vez es dominante, se ha convertido en invasora en el sureste de Canadá y el noreste de los Estados Unidos, tras escaparse a comienzos del siglo XX del Jardín Botánico de Otawa. Una prueba fehaciente de que las plantas acuáticas también viajan, como dicen los especialistas del CSIC, Santos Cirujano Bracamonte y Leopoldo Medina Domingo. En España ha sido catalogada por la IUCN como “en peligro crítico” (CR): una especie está en peligro crítico cuando se enfrenta a un riesgo extremadamente alto de extinción en estado silvestre en un futuro inmediato.
Luronium natans (L.) Raf.
Pequeño hidrófito que se desarrolla en bordes de charcas y lagunas, así como en remansos de ríos y cauces someros. De amplia distribución en Europa, se extiende por el centro y el oeste del continente, sin embargo, a pesar de ser una especie con una distribución amplia, aparece restringida a pequeñas localidades inconexas del continente europeo, siendo considerada en la mayor parte de los países como vulnerable o en peligro, e incluso extinta. Así, esta especie figura en el Anexo II de la Directiva 92/43/CEE, relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres. En la Península Ibérica se encuentra muy dispersa ocupando siempre pequeñas áreas, una de ellas en Terra Chá. Concretamente, la laguna de Cospeito alberga una importante población de Luronium natans. En España ha sido catalogada por la IUCN como “en peligro” (EN): una especie está en peligro, cuando se enfrenta a un alto riesgo de extinción en el estado silvestre en un futuro próximo.
Nymphoides peltata (S.G. Gmel.) O. Kuntze
Se desarrolla en aguas de curso lento y en áreas de inundación que comunican con los ríos, donde prevalece en charcas o lagunas en la época de estiaje. Es una planta nativa de las regiones templadas de Europa y Asia. A pesar de su amplia distribución, en la Península Ibérica su presencia se limita a un par de enclaves hacia el centro norte de Portugal (ríos Tajo y Mondego), mientras que sus localidades más septentrionales se encuentran en Galicia, donde se conoce desde el siglo XIX su presencia. Como se recoge en el Atlas y Libro Rojo de la Flora Vascular Amenazada de España, se ha comprobado su desaparición del tramo medio del sistema fluvial Miño-Sil, donde se ubican los grandes embalses: “los efectivos españoles, están circunscritos al sistema Miño-Sil (…). Una se sitúa en la cuenca alta del río Miño, y la otra en la parte baja. El cauce principal de este sistema fluvial se corresponde con el 60% del área potencial de la especie, sin embargo, está modificado con seis estaciones hidroeléctricas en el cauce principal del Miño, y con otras dos más en el Sil, poco antes de unirse al Miño”. En España ha sido catalogada por la IUCN como “en peligro crítico” (CR).
Despido esta entrada con otra cita de S. Cirujano y L. Medina “la flora acuática no es tonta, va donde mejor vive”. Para que no viaje sin billete de vuelta, cuidemos de ella, en esta su casa «da Terra Chá».